... que por nuestra edad no vivimos todos los demás acontecimientos han formado parte de nuestras vidas.

Noticias que en la década de los sesenta llenaban los diferentes medios de comunicación, la sorprendente edificación del Muro la división de la ciudad y el consecuente drama humano que desató, con la separación de familias y vecinos por un simple muro y unos ideales tan distintos, tensiones políticas y militares que llegaron al borde de conflictos armados, los Berlineses tuvieron que convivir durante décadas con el Telón de Acero, dos Europas diferentes e irreconciliables, fue la época de la Guerra Fría.

Las visitas de Kennedy, Rostropóvich, Helmut Kohl, De Gaulle, Nikita Kruschev etc… manifestaciones contra la guerra del Vietnam, historias de espías, hippys con camisas floreadas y pantalones anchos gritando “haz el amor y no la guerra” es lo que a esta ciudad la hizo diferente de las demás, Berlín el Muro siempre condicionada por el Muro.

En el 89 Sorpresa! Cae el Muro, las noticias en la TV. Se suceden a un ritmo vertiginoso la reunificación es una realidad, fiesta, abrazos rencuentros lágrimas y un largo etc.

En nuestra visita a Berlín ya contemplamos una ciudad muy renovada moderna y actual con grandes avenidas modernos edificios, muchos tienen menos de veinte años y espaciosas plazas. La mayoría de los Berlineses son de clase media, poco consumistas amables y abiertos y muy ecologistas usan mucho el transporte público que es excelente o simplemente en bicicleta aunque haga frío o esté nevando, nos llamó la atención la tranquilidad y el poco tránsito rodado de sus calles y avenidas comparado con el caos circulatorio de nuestras ciudades.

Recorrimos en transporte público, como los Berlineses, los lugares mas característicos de la ciudad, Alexanderplatz, Potsdamerplatz, a pie por los sitios donde había pasado el Muro, está marcado en la calzada, restos del muro en La Topografía del Terror, antiguo edificio de la Luftwaffe, Academia de las Artes, Puerta de Brandemburgo, Bebelplatz que fue testigo de la quema de libros en el “33”, Friederichstrasse, Gendarmenmarkt etc…

Emotiva fue la visita al Campo de Concentración de Sachsenhausen lugar de tanto sufrimiento tanto dolor tanta degradación del ser humano y ahora tan silencioso, del Campo salimos muy impresionados, muy emotiva fue también la visita a la estación de Grünevald y el Andén 17 desde donde salían los trenes de deportados hacia destinos inciertos muchos de los cuales nunca regresaron, las placas en el mismo andén lo recuerdan.

El Estadio Olímpico que fue inaugurado para los juegos de 1.936 con su majestuosidad muy bien conservado y todavía en activo o el Memorial del Holocausto con sus 2711 estelas de hormigón que te invitan al paseo por sus estrechos pasadizos al tiempo que a la reflexión.

Berlín tiene una estupenda vida nocturna para todas las edades, Bares Musicales, Clubs para todo tipo de clientes, Jazz, Música Clásica etc… lugares donde tomarse un Coctel, una buena cerveza o un típico Glühwein es una ciudad muy abierta y divertida.

La gastronomía es bastante sencilla aunque con algunos platos típicos, la charcutería alemana es de muy buena calidad, los Kebab y sobre todo los Currywurst son la comida rápida preferida de los Berlineses, están por todos lados, y acompañados de una buena cerveza son estupendos o si prefieres las Pizzerías, Restaurantes Turcos o Japoneses que también abundan por la ciudad.

Solo nos resta agradecer a Vive Berlín y a sus estupendas guías la amabilidad que tuvieron con nosotros, gracias a ellos a sus rutas y a sus consejos pudimos aprovechar a tope estos seis días que estuvimos en la ciudad que de llegada no tienes muy claro como visitarla pues todavía no es tan popular como otras ciudades europeas pero si acogedora y con montones de vivencias agradables que la hacen singular y sin ninguna duda muy digna de ser visitada.

Francesc Marcó
enero 2013

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