TAMANRASSET LA CAPITAL DE LOS SEÑORES DEL DESIERTO por Ana Vara Vargas, fotos de David Santiago
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En pleno corazón del Sahara central, la wilaya de Tamanrasset, al sur de Argelia, alberga el Parque Nacional más grande del mundo: el Ahaggar. Los contrastes de su relieve, los enclaves arqueológicos y el contacto con su población nativa, los tuareg, hacen de este viaje una apasionante aventura por una de las grandes rutas comerciales de la historia: la ruta transahariana.
Viajamos desde Argel a Tamanrasset, la capital de la wilaya del mismo nombre. Sobrevolamos durante casi tres horas el Sahara, el mayor desierto del mundo, llamado así por la voz árabe Sahra, -desierto-. Desde lo alto, las siluetas rocosas, las dunas rojizas y la evidencia de lo que fueron antiguos mares, dibujan lo que podría ser un paisaje marciano. El ‘Gran Sur’, el corazón del Sahara, donde las guerras y las convulsiones políticas han mantenido alejados a los turistas durante decenios. Quizá por este motivo los ritmos de vida permanecen prácticamente intactos.
Llegamos a la capital de los tuareg -así es conocida Tamanrasset-, donde sus nativos nos reciben con la hospitalidad que les caracteriza. Apodados ‘los hombres azules del desierto’, por la manera en que el índigo de los velos y turbantes tiñe su piel, estos bravos guerreros asentados en la ciudad quieren asegurarse un futuro próspero y pacífico basado en el turismo de aventura. Desean enseñarnos todos sus tesoros naturales, así pues, con ellos nos vamos a conocer el Parque Nacional del Ahaggar en una fila de vehículos con tracción a las cuatro ruedas –el sustituto de los camellos para muchos de los Tuareg de esta zona-. El Parque limita con las fronteras de Mali y Níger, las llanuras de Tadmart y Tin Ghert, el Parque Nacional de Tassili y las llanuras de Tanezrouft. Fue declarado Parque Nacional en 1987 y comprende una gran riqueza natural, cultural y científica en sus 4500 Km2 –una superficie similar a la de España-. La región más destacada en su interior es el Macizo del Hoggar, un lugar puramente volcánico en el que está enclavada la ciudad de Tamanrasset.
Tras una corta distancia y en medio de la aridez del desierto llegamos a una zona pedregosa donde un cerro testigo se alza 1782 metros. Es el Pic Ihaghene, cuyo nombre hace referencia al mango del mortero al que se asemeja. Los ciclos de calor y frío, humedad y sequía, y el azote de la arena, que provocan el desprendimiento de algunos fragmentos, han ido esculpiendo esta columna basáltica formada hace 8 millones de años
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