Viaje por Alemania

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A finales de julio de 2002 hicimos este viaje a Alemania, visitando Frankfurt, Rotenburgo, Lindau, Bergen, Munich, la Selva Negra y Friburgo.

La ciudad de Frankfurt nos defraudó un poco a pesar de estar considerada como la ciudad más internacional de Alemania. Quizá sea porque aparentemente es tan cosmopolita como Madrid, pero nos parece exagerado el apodo de Manhattan aplicado a Frankfurt. A nuestro modo de ver, Frankfurt es más un gran centro de comercio europeo tanto a nivel industrial como a nivel popular.

Sin embargo, Rotemburgo por si sola merece una visita especial. Es una antigua ciudad considerada como la villa medieval amurallada mejor conservada de Europa. Llaman la atención sus típicas casas decoradas con coloridas flores colgando de sus ventanas y el agradable ambiente que se respira en sus pequeñas calles cuando hace buen tiempo.

Munich, capital de Baviera, donde todos los años se celebra el Festival Internacional de la Cerveza, es una típica ciudad alemana con antiguos y bellos monumentos como la Plaza de la Residencia Real, la Opera Marienplatz con un vistoso e importante carillón y algunas de las cervecerías más grandes del mundo, como la de la casa Lowenbrau y la cervecería Hofbrauhaus famosa en el mundo entero fundada por el Duque Guillermo V para atender a su corte. No hay que dejar de visitar alguno de los muchos Biergarten o jardines de cerveza.

La Selva Negra, Schwarzwald en alemán, está situada al suroeste de Alemania en el estado de Baden-Wurttemberg, es una región montañosa con importante densidad forestal que contiene muchos bosques de abetos que dan al paisaje una apariencia oscura, de ahi su nombre, aunque al parecer fueron los romanos los que bautizaron a la zona como Populus Nigram seguramente por la oscuridad con que se encontraban al atravesar tan densos caminos entre los bosques.

Hicimos un crucero por el río Rhin y visitamos el Castillo de Luis II, el Rey Loco, situado en un paraje de película, y del que se dice que se inspiró Walt Disney para construir el universal icono que le identifica.

Tuvimos mucha suerte con el clima, pues nada más terminar nuestro viaje empezaron las fuertes lluvias que empañaron primero los campeonatos de atletismo de Munich y posteriormente ocasionaron fuertes inundaciones por los desbordamientos del Danubio y sus afluentes.