Canon PowerShot G7
Madrid, 1 de junio de 2007
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Opinión
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Desde que Canon presentó la serie G de PowerShot muchos
aficionados avanzados e incluso profesionales, han encontrado en
esta gama el referente de las cámaras compactas debido a las
prestaciones incorporadas.
La
serie G de PowerShot ha sido apreciada
siempre por sus posibilidades manuales,
sus controles de rápido acceso, su zapata para flash externo, su
visor óptico, su diseño y su construcción con materiales muy
resistentes. Todas estas características juntas, más el uso de
tarjetas compact flash profesionales, el formato RAW de los
ficheros, el visor electrónico de tipo pivotante y una óptica
muy luminosa convertían a estas PowerShot en 'compactas cuasi
profesionales'.
Sin
embargo, cuando se pensaba que Canon había dado por finalizada
la serie con la última PowerShot G6,
sorprende a todo el mundo con la presentación de la nueva
PowerShot
G7 a la que ha dotado de algunas interesantes novedades
al mismo tiempo que ha suprimido algunas tradicionales
características que definían a esta serie, creando con ello una
fuerte polémica entre sus seguidores,
Sin formato RAW
Las
cuatro ausencias más criticadas son la supresión del formato
RAW, cambio de las tarjetas compact flash por las SD-SDHC,
luminosidad de la óptica, que ahora es de F2.8-F4.8 mientras que
en la G6 era de F2.0-F3.0, y la pérdida del visor electrónico
pivotante. También a mucha gente no le ha gustado el cambio de
la clásica batería BP-511A por la NB-2LH más pequeña y, por lo
tanto, de menos duración.
De
todas estas inesperadas ausencias, hay una que los aficionados
avanzados y los profesionales no le pueden perdonar a Canon: la
ausencia del formato RAW. Esta cámara solo permite el uso de
JPEG, lo que impide en un principio el correcto tratamiento
posterior de las imágenes en el ordenador. Creemos que la
decisión de Canon de no incluir RAW en la
PowerShot G7 está condicionada por su departamento
comercial, cuya política de ventas está hoy día más enfocada al
mercado de las réflex, que, al parecer, es el que deja más
beneficios gracias a los objetivos que casi todo el mundo
termina por adquirir para completar su equipo fotográfico. Está
claro que si se desea obtener el mejor resultado posible en
fotografía, es imprescindible recurrir a las cámaras réflex,
pero da la sensación de que Canon ha despreciado a un buen
número de usuarios, profesionales o no,
que desean disponer también de una compacta avanzada que les
permita ir ligeros de peso con la mayor discreción posible.
Estamos seguros que la
PowerShot G7 podría cumplir con este
propósito muy decorosamente si dispusiese de RAW.
Tarjetas de memoria SD-SDHC
El cambio de tarjetas de memoria
Compact
Flash
al formato SD-SDHC no debería tener mucha importancia si no
fuera
porque en el campo profesional se viene usando tarjetas Compact
Flash como estándar y un cambio de formato supone para los
fotógrafos profesionales la compra de nuevas tarjetas al no
poder aprovechar las anteriores. Bien es verdad que las nuevas
tarjetas SD y SDHC han bajado mucho de precio, son bastante más
pequeñas que las Compact Flash, tienen casi la misma capacidad -
ya se han anunciado SD de 8 GB - y son suficientemente rápidas.
Pero pensamos que es contraproducente el manejar tantos
distintos tipos de tarjetas como el mercado ofrece ahora, aunque
comprendemos que es consecuencia del avance imparable de las
nuevas tecnologías aplicadas a la grabación de datos en
dimensiones reducidas, que siempre beneficiará al usuario final
que puede disponer de un costo muy reducido por mega.
Menor luminosidad pero estabilizador óptico
La pérdida de
luminosidad del objetivo incorporado en la PowerShot G7 con
respecto a la PowerShot G6 se compensa en cierto modo con un
excelente estabilizador óptico, del que carecía la G6, y una
ampliación del zoom que ahora pasa de 4x a 6x. También se ha
reducido la distancia macro en esta lente a un mínimo de
1cm.desde los 5cm. de la G6, por lo que, en definitiva, se puede
estar contento con su óptica.
Visor electrónico
Acostumbrados
al visor pivotante, que permite tomar fotografías de forma muy
discreta sin llamar la atención, encuadrando a la altura de la
cintura, el visor fijo, de 2.5 pulgadas, nos parece un retroceso
que solo se puede justificar por el ahorro de peso (320g.) y la
mayor complejidad de la cámara. Es indudable que la ventaja de
un visor electrónico pivotante no tiene precio en muchas
ocasiones y siempre ha sido una característica de los modelos
PowerShot. Esperamos que si Canon decide actualizar este modelo
más adelante no se olvide recuperar algo tan útil.
Otras novedades
La powerShot
G7 es la primera cámara de Canon que incorpora el nuevo
procesador DIGIC III. Este
avanzado dispositivo electrónico permite que la cámara trabaje a
una decente velocidad de 2 imágenes por segundo en captura, un
enfoque mucho más rápido y efectivo y una nueva y curiosa
posibilidad que consiste en la detección automática de las caras
de las personas (hasta 8 caras simultáneas) dentro de la imagen
encuadrada hacia las que se realiza un enfoque selectivo muy
rápido y eficaz.
La
sensibilidad nominal ahora es de 80-1600 ISO, con posibilidad de
aumentarla hasta 3200 ISO, nada aconsejable por la gran pérdida
de definición y aumento considerable de ruido que se obtiene ya
a sensibilidades por encima de 400 ISO, algo normal para
cualquier cámara compacta debido al pequeño tamaño (1/1.8'') de
los sensores que incorporan.
A nuestro
juicio, el aumento de casi tres millones de pixels de su sensor
CCD con respecto al modelo anterior no es muy relevante en
cuanto a calidad de imagen, aunque hay que tener en cuenta que
una mayor resolución de imagen permite efectuar reencuadres
posteriores a la toma, recortando imagen sobrante para ajustar
mejor el motivo, conservando aún suficiente resolución para la
mayoría de propósitos de impresión de las imágenes.
La capacidad
de realizar grabaciones en movimiento - video clips - es otra de
las ventajas que suelen tener las cámaras compactas con respecto
a las reflex. En este sentido la PowerShot G7, gracias a su
potente procesador de imagen DIGIC III, está muy bien dotada,
consiguiendo muy buenas grabaciones hasta un formato de 1024x768
a 15fps o de 640x480 a 30fps, para lo que ayuda mucho también el
estabilizador de imagen.
La Canon
PowerShot G7, a pesar de carecer del formato RAW, es una cámara
compacta que proporciona imágenes de buena calidad en formato
JPEG, lo que obliga a realizar todos los ajustes necesarios
durante la toma para evitar pérdidas de calidad durante el
postratamiento de las imágenes así capturadas. Las cámaras
compactas analógicas han sido siempre conocidas como cámaras de
apuntar y disparar porque por lo general eran cámaras
automáticas que no permitían muchos ajustes.
Muchas de las
cámaras compactas digitales actuales responden también a esta
denominación pero ciertas cámaras, como la Canon PowerShot G7,
están preparadas para ser utilizadas por aficionados avanzados,
con multitud de ajustes manuales que favorecen la toma de buenas
fotografías en cualquier condición adversa que se presente. Pero
además de apuntar y disparar, las compactas digitales se pueden
calificar como cámaras de
apuntar, disparar e imprimir, ya que al utilizar el formato
JPEG, las imágenes se capturan de forma optimizada para poder
efectuar su impresión directamente sin necesidad de recurrir a
un proceso de manipulación o mejora en el ordenador.
Esto, que
puede parecer bueno a primera vista, resulta un inconveniente
cuando se quiere lograr resultados con la máxima calidad
posible. El proceso normal realizado por todos los profesionales
implica la captura en RAW, su conversión a TIFF de 16 bits, el
retoque de la imagen en este formato intermedio para calibrar
colores, nitidez, contraste, curvas de nivel, saturación del
color y temperatura, etc., para terminar guardando la imagen de
archivo en formato TIFF de 8 bits y en JPEG de alta resolución.
Es la forma correcta de obtener resultados óptimos.
Ver fotos captadas con la cámara Canon PowerShot G7
Imágenes de ejemplo oficiales de Canon
Más información:
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Quesabesde -
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