TAMANRASSET
LA CAPITAL DE LOS SEÑORES DEL DESIERTO
por Ana Vara Vargas, fotos de David Santiago
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Otro lugar de interés a pocos kilómetros del Pic, es Tagmart, un lugar natural protegido en pleno Ahaggar Central, que cuenta con gran cantidad de cavernas rupestres. Cualquier abrigo de roca alberga bellas pinturas, algunas tan perfectamente conservadas que crean la duda de los más escépticos y aumenta la admiración de los más románticos. Podemos escalar sin grado de dificultad a lo alto de las rocas. Desde allí, el Ahaggar se ve seco y desolado, pero las pinturas hablan de una época, hace quizás 10.000 años, en la que la tierra húmeda y verde sustentaba animales salvajes –tales como elefantes o jirafas-, ganado y a una importante comunidad neolítica.
Seguimos el cauce seco de dos ríos: el Outoul y el Aguenar. Alineado junto a la orilla del primero se asienta la pequeña población de Outoul, un conjunto de chozas salpicadas de palmeras y cultivos que succionan al río sus míseras corrientes de agua dulce. A pocos metros, niños y mujeres ataviadas con vivos colores se esconden a nuestro paso después de observarnos con curiosidad. Es fácil observar las tareas propias de las mujeres tuareg: cuidar de los hijos, atender a los animales y moler el grano. En este inhóspito lugar nos damos cuenta de que la vida del targui –singular de tuareg- es una batalla constante para convertir la escasez de agua en supervivencia y de que la cooperación familiar es vital.
Regresamos a la ciudad por el cauce seco del río Aguenar. A nuestra espalda dejamos Outoul que nos hace meditar sobre el esfuerzo permanente de estos seminómadas solo para sobrevivir. Tras la reflexión, todo nos parece lujo en la humilde ciudad de Tamanrasset. Alminares de mezquitas se alzan sobre calles de bajos edificios de adobe, amplias plazas, tiendas de artesanía, un museo y hasta una casa de la cultura y un anfiteatro. Tamanrasset se fundó hace solo cien años. El padre Foucauld, un monje francés fascinado por los tuareg, decidió establecerse allí para convivir con aquella sociedad que le cautivó. Construyó una capilla y aquello desencadenó pequeños asentamientos que paso a paso formaron la ciudad de 60.000 habitantes que vemos hoy. Con motivo del centenario, Tamanrasset celebró el primer festival de turismo sahariano las pasadas navidades. Está previsto celebrarlo anualmente para mostrar al visitante toda su oferta turística amenizada con danzas, desfiles de las wilayas, veladas nocturnas en el desierto, incluso conferencias.
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