UN CRUCERO POR EL NILO
por Ana Vara Vargas, fotos de David Santiago
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Levamos anclas y ponemos rumbo a Asuán, el comienzo del país de los nubios y el final de nuestro crucero. Aquí podemos contemplar una de las estampas más bellas del Nilo, con sus meandros, los palmerales de la isla Elefantina o las garzas e íbises sobrevolando las falucas. Conviene visitar las dos presas, la catarata, el obelisco inacabado y la isla de Philae, a la que solo se puede acceder en barca y en el que el templo dedicado a la diosa Isis, diosa de la vida y de la fertilidad, se eleva con elegancia y serenidad. Una ruta a camello hasta uno de los ancestrales poblados nubios también es interesante, y obligada la excursión a una de las maravillas arquitectónicas de Egipto: el templo de Abu Simbel, salvado de las aguas del lago Naser tras la construcción de la presa de Asuán. Los cuatro colosos de veinte metros que Ramsés II mandó erigir en su nombre y con su imagen adquieren unos tintes sobrenaturales a la luz del amanecer.
El dios Ra comienza a esconderse y desde la cubierta de popa nos deleitamos ante la fabulosa puesta de sol. La misma que inspiró a escritores como Ágata Christie y la misma que ha asombrado a reyes y emperadores, a príncipes y estrellas y en que en definitiva, sigue asombrando a todo el que visite Egipto, el país del Nilo.
EN CAMELLO POR LA RIBERA DEL NILO
Una motora deja al viajero en la orilla occidental del Nilo a las afueras de Assuán. Allí esperan los nubios, una raza que, debido al mestizaje, ha dado algunos individuos de piel negra y curtida por el sol del desierto, pero con unos gélidos ojos azules. Éste es un pueblo de excelentes jinetes. Actualmente sobreviven gracias al turismo. Desde aquí, y conducidos por los nubios, los dromedarios llevan al viajero por un sendero que recorre la ribera del Nilo hasta un típico poblado nubio donde, rodeados por un enjambre de niños que piden caramelos o un euro, entraremos en una de sus casas. Las fachadas combinan alegres colores. La familia de la casa recibe al visitante agasajándolo con te de menta y karkadeh, una infusión de color rojo brillante que sirven caliente. Una hermosa nubia se ofrece a las mujeres para hacerles un tatuaje de henna. Los motivos son variados: florales, geométricos…Los hombres pueden relajarse fumando de la sisa, la pipa de agua que se carga con tabacos aromáticos.
CRUCEROS DE LUJO
En cuanto a los cruceros que surcan el Nilo, algunas buenas opciones son el M/N Royal Ruby y el M/N the Serenade/ the Caprice, ambos de cinco estrellas gran lujo. Las naves disponen de aire acondicionado, baño privado con jacuzzi, piscina, sauna y fitness. El M/N Nile Caesar es una nave de cinco estrellas lujo superior, que cuenta con amplias cabinas con terraza privada, baño privado de mármol con secador y bañera, excelente restaurante y barbacoa en el puente superior. Otra buena opción es la nave Alexander the Great, un elegante crucero ideado para disfrutar de la travesía por el Nilo en un ambiente de total relajación y exquisito lujo. Dispone de 30 habitaciones, todas ellas suites, equipadas con televisión satélite, dvd, caja de seguridad, minibar y baño con secador de pelo. El crucero ofrece a sus pasajeros diversos servicios, tales como salón de belleza, tienda de regalos, lounge bar, cubierta con piscina, servicio de masajes y gimnasio, sala de internet y un restaurante con amplios ventanales para poder disfrutar de la vista, a la vez que de una cuidadosa selección de internacional y oriental. Igual de recomendable es el Domina Prestige Emilio Cruise, el Nile PionEer II, el Beau Soleil, todos ellos de cinco estrellas lujo superior y el Sonesta St George, el Royal Ruby y el crucero Sun Ray, de cinco estrellas top lujo.
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