El gran problema

El gran problema de las cámaras digitales reflex (DSLR) hoy día, es la suciedad que llega a acumularse en el sensor de la cámara, que puede producir importantes y desagradables consecuencias en la fotografía final, en forma de manchas, rayas, etc.

No es un problema relacionado con alguna marca o modelo en particular. Ocurre con todas las reflex y normalmente se debe al continúo cambio de objetivos que es necesario efectuar para adaptarse a las distintas tomas. Sobre todo si el ambiente o entorno en el que se realiza el cambio de lente es especialmente polvoriento. Con toda seguridad se puede decir que es algo de todo punto inevitable.

El sensor de la cámara se encuentra expuesto directamente al entorno ambiental y solo está recubierto por un finísimo material plástico a modo de filtro el cual genera mucha electricidad estática y esto solo contribuye a que las minúsculas partículas de polvo en suspensión se peguen al filtro constantemente a la menor oportunidad. Por mucho cuidado que se tenga, siempre que se trabaja en exteriores, la suciedad termina por depositarse más tarde o más temprano en el sensor.

Podemos tener un sensor pulcramente limpio en cierto momento, pero al retirar una lente y poner otra, esta última puede estar contaminada con partículas en suspensión (sobre todo en objetivos con retrofoco que disponen de un gran espacio en la parte de atrás para permitir el desplazamiento interno de las lentes) y al realizar el primer disparo... el espejo se levanta y la estática del filtro del sensor se encarga de actuar como una aspiradora.

Y no digamos cuando tenemos que trabajar en entornos especialmente polvorientos, como playas, desiertos, montañas, zonas contaminadas o con mucho viento... es imposible evitar que nuestro querido sensor digital se llene de porquería.

<...Página anterior>     <Página siguiente...>