Borneo

Otras galerías

Resulta difícil explicar con palabras la belleza que esconde la isla de Kalimantan, conocida más popularmente como isla de Borneo. Es oscura, exótica e impenetrable y llena de extrañas criaturas a las que puedes oír pero no ver. Es la tercera isla más grande del mundo y su nombre nos evoca selvas impenetrables, montañas y ríos por las que circulan las lanchas a motor, único medio de transporte.

Una de las atracciones más conocidas de la isla es la visita al Parque Nacional de Tanjung Puting, donde se pueden ver en libertad orangutanes, macacos, multitud de aves y al anochecer los simpáticos monos narigudos.

La excursión por el Parque Nacional tiene su inicio en la estación de policía de Pangkalan Bun donde es necesario llevar fotocopias del pasaporte y visado para conseguir los correspondientes permisos para entrar. Posteriormente será obligatorio contratar los servicios de un guía y de un Klotok, que sirve como medio de transporte, alojamiento y restaurante. Existe la posibilidad de contratar una lancha a motor y de dormir en alguno de los campamentos que hay en los alrededores del Parque y que cuentan con todo tipo de comodidades.

En cualquiera de los casos, hay que madrugar un poco, ya que es fundamental llegar a tiempo a los centros de investigación de orangutanes, en los que a determinadas horas del día se da de comer a los orangutanes que viven en libertad, aprovechando unos comederos. Hay que llevar calzado para caminar y chubasquero, ya que estos comederos se encuentran en medio de la selva.

Una selva que esconde al oso malayo, al puerco espín, cocodrilos, a la mariposa gigante de Borneo y al sorprendente jabalí de selva.

David Santiago