Egipto
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Egipto, la tierra de los faraones, donde se encuentran las inmensas pirámides de Giza, los monumentos más famosos de la antigüedad y la única Maravilla del Mundo que permanece en pié desde hace más de 4.000 años.
Viajar a Egipto es uno de los sueños de todo fotógrafo aficionado o profesional y de todo aquel que se sienta atraído por la fantástica civilización que se desarrolló en estas tierras, hace milenios, dominadas por la aridez del implacable desierto y la abundancia de vida y fertilidad del rio Nilo, considerado el más largo del mundo. Allí es posible encontrarse con la apabullante majestuosidad de las grandes pirámides, prácticamente a tiro de piedra de la ciudad más grande del mundo árabe,
El Cairo, también la mayor metrópolis del continente africano. Visitar El Cairo, deambular por sus calles, contemplar los tonos arenosos de sus edificios, siempre castigados por el polvo del sempiterno desierto, recorrer el centro histórico de la ciudad, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979 y perderse entre la algarabía de sus gentes por entre los zocos y bazares, es una experiencia única.
Pero El Cairo es sobre todo, agobiante, y lo que procede es huir a bordo de una Dahabeya, típica embarcación egipcia, lujosa y confortable, para realizar un crucero de siete días por el
rio Nilo para visitar
Luxor, donde veremos con nuestros propios ojos el Gran Templo de Amon en Karnak, el
Valle de los Reyes, o Valle de los Muertos, el Valle de las Reinas, el tempo de Medinet Habu y los gigantescos
colosos de Memnon. Al día siguiente se continúa navegando por las tranquilas aguas del Nilo, contemplando sus verdes riberas llenas de palmeras y sorprendernos con el fuerte contraste de los diversos matices marrones del desierto, detrás de la abundante vegetación, hasta llegar a
Esna y cruzar sus esclusas. Otros dos días más para llegar a
Edfu, visitar su tempo, dedicado al dios Horus y seguir navegando hacia
Kom Ombo, donde se encuentran los templos de Sobek y Haroeris. Y finalmente otro día hasta llegar a
Asuan, con su imponente Presa Alta, acabada en 1970, de 3600 metros de largo, 980 metros de ancho en la base y 111 metros de alto. Las inundaciones producidas por el desbordamiento del rio Nilo, que durante milenios marcaron el ritmo de abundancia y pobreza en Egipto, definitivamente se han controlado con la construcción de esta gran presa, que, además, es la fuente más importante de la energía eléctrica de todo el país.
El país que fue de Nebjeperura Tutanjamon, más conocido como
Tutankamon, joven faraón de la dinastía XVIII que reinó de 1336 a 1327 adC, guarda aún muchos misterios y secretos por descubrir, pero estamos seguros de que aún sin dedicarnos a buscar tesoros ocultos, encontraremos el placer de pisar la misma arena que pisaron los faraones y contemplar sus inmortales obras.